Todo lo que estamos hablando le ocurrió al hombre primitivo a lo largo de muchos y muchos años. De siglos y siglos. Es más : de milenios. Existieron dos grandes edades : la Edad de Piedra y la Edad de los Metales. En esos primeros milenios el hombre solo conoce el trabajo de la piedra y tarda muchísimo tiempo hasta que ante sus ojos aparecen los metales. Ahora bien, tampoco esa edad de piedra, tan larga, fue siempre constante; al contrario, se aprecian en ella dos etapas: la primera, la más tosca, el Paleolítico; es decir, la edad de la piedra antigua. Y la segunda, la época de la piedra mas pulimentada y más reciente, el Neolítico. Y la Edad de los Metales también tuvo sus fases. En concreto, tuvo tres : Cobre, Bronce y Hierro. Como podéis ver, tres metales.
Los hombres de la Edad de los Metales ya podían domesticar animales, cultivar e incluso hacer cerámica. Domesticaban animales como el caballo o el asno, que les permitieron vencer mejor las distancias y transportar cargas más pesadas. O vacas, que le dieron no solo carne sino también leche. Y cabras y ovejas. Y perros que les ayudaron en la caza, en la guarda de sus poblados y les hicieron compañía. También como dije, ahora cultivaban. Esto fue un salto bien notable porque dio mayor protagonismo a la mujer. Si os fijáis bien, el hombre de las cavernas era cazador, no la mujer. Pero ahora, las mujeres podían trabajar junto con los hombres en la tierra. Finalmente, también conocieron la cerámica. Mezclaban el barro con helechos o con ramajes y le daban forma a fuego lento. Después, podían utilizar esos cuencos para guardar agua y leche en el. También para guardar restos de comida de jornadas anteriores (sobras). De esa forma, surgió la cerámica. Y pronto a esos hombres y mujeres les gustaría crear jarros con formas y dibujos variados.
Los hombres de la Edad de los Metales ya podían domesticar animales, cultivar e incluso hacer cerámica. Domesticaban animales como el caballo o el asno, que les permitieron vencer mejor las distancias y transportar cargas más pesadas. O vacas, que le dieron no solo carne sino también leche. Y cabras y ovejas. Y perros que les ayudaron en la caza, en la guarda de sus poblados y les hicieron compañía. También como dije, ahora cultivaban. Esto fue un salto bien notable porque dio mayor protagonismo a la mujer. Si os fijáis bien, el hombre de las cavernas era cazador, no la mujer. Pero ahora, las mujeres podían trabajar junto con los hombres en la tierra. Finalmente, también conocieron la cerámica. Mezclaban el barro con helechos o con ramajes y le daban forma a fuego lento. Después, podían utilizar esos cuencos para guardar agua y leche en el. También para guardar restos de comida de jornadas anteriores (sobras). De esa forma, surgió la cerámica. Y pronto a esos hombres y mujeres les gustaría crear jarros con formas y dibujos variados.
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