Aníbal, hijo de Amílcar Barca, llevo a cabo la segunda guerra púnica al frente de Cartago. Así fue como intento vencer a Roma : Salio de España y se llevo consigo elefantes. Atravesó los Pirineos. Bordeo toda la Costa Azul del Mediterráneo francés, sabiendo que le esperaria los Alpes antes de llegar a Italia, pero le daba igual. Los franquea, eso sí, a trancas y barrancas, y al fin se planta con sus soldados y con sus elefantes en la llanura del Po.
Los Romanos, que ya tienen noticia de aquella invasión, le salen al paso. Pero en vano. Batalla tras batalla, año tras año, en invierno como en verano, Aníbal derrota una y otra vez a los romanos. Así que, ya con Roma casi "machacada", Aníbal prefiere darse un respiro. Entre tanto batallar casi se ha quedado sin gente y sin elefantes. Así que prefiere hacer un alto. De forma que Roma resiste y piensa : Tiene que haber algo en España que hace a Aníbal tan fuerte. Y como la mejor defensa es un ataque, los Romanos contraatacan invadiendo España. Tardaron casi doscientos años , pero la conquistaron. Y, como es normal, Roma castigaba desproporcionadamente a los que resistian. Pues como muchos lo hacían, los Romanos entraban en los poblados, saqueaban, violaban a las mujeres y mataban a los hombres (o se los llevaban de esclavos).
Y tanta era la opresión e injusticia que al fin, surge un valiente llamado "Viriato" que los hace frente. Aunque acaba mal : Los Romanos se ponen en contacto con tres de sus capitanes y llegan a un trato. El trato es que si mataban a Viriato, Roma les haría inmensamente ricos. Y así, una noche, Viriato muere de una cuchillada. Pero, cuando los traidores fueron a reclamar su recompensa a Cepión, Cepión les respondió con una frase que mas tarde se hizo legendaria:
"¡Roma no paga a los traidores!"
El ultimo obstáculo de Roma era Numancia. Que también conquisto.
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