Hace unos mil años, nació en un pequeño lugar de Castilla la Vieja llamado Vivar y sus padres le pondrían el nombre sonoro de Rodrigo. Y como su padre se llamaba Diego, todos le conocerían pronto como Rodrigo Díaz de Vivar. Un poco mas tarde también se le conoció como Rodrigo el de las hazañas. Aunque en la historia perdurara el nombre de el Cid Campeador, que quiere decir "el señor de las victorias".
Admirado por moros y cristianos, cuando los almorávides invaden España, poniéndola en tan grave peligro, el Cid no duda en luchar contra ellos. Incluso toma Valencia, y la defiende contra todo el poder del sultán almorávide Yusuf y en su defensa muere el año 1099. Y es cuando se dice de él que ganó su última batalla después de muerto, pues según la leyenda, ante un ataque de los almorávides, sus fieles soldados metieron el cadáver del Cid en su armadura y lo ataron a un caballo, de ese modo se presentaron con él en batalla frente a los africanos, quienes, espantados, se dieron a la fuga. Así era el Cid Campeador, un luchador. También se reconoce su espada (la Tizona) y su caballo (Babieca).
Pero el Cid no fue todo bueno. El Cid cometió actos crueles. Teniendo a Valencia al lado, la iba a rendir por hambre. Prohibió que nadie saliera de la ciudad, bajo pena de muerte. Y así lo hizo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario